martes, 28 de septiembre de 2010

La capital de la moda es ética.

No hay muchas oportunidades de saborear un concentrado de moda ética, si encima te la enseñan a orillas del Sena se convierte en una tentación irresistible. Así que aquí estamos,haciéndonos una idea de lo que llevarán la próxima primavera 2011 los ecofashionistas, es decir, aquellos que siguen tendencia y que quieren que además la suya sea una compra responsable. Se celebra hasta mañana el Ethical Fashion Show, en su séptima edición. Aquí, en la Cité de la mode et du design de París se pelea por influir en el mundo de la moda aportando beneficios sociales y medioambientales. El Salón pide unos mínimos a los expositores que tienen que cumplir, sea en la utilización de materiales o en el reciclado, la participación en proyectos sociales, la incorporación de artesanos locales...





Nuestra impresión andando por la desangelada planta donde está ubicado el Salón (¿por qué es tan difícil darles vida a estos mamotretos?) es que los resultados son variopintos. Nos cansan esas propuestas que redundan en lo mismo: lo ético-étnico es una tendencia, por supuesto pero se queda corta, y en cambio nos han encantado: el calzado deportivo de Veja, Terra Plana o Taygra, ligeros como plumas; las propuestas de diseñadoras que se estrenan con marcas como Shi Fu Mi o Linda Mai Phung; la solidez de los abrigos de Ute Auwärter o el trabajo en seda (y la forma de obtener esa seda) de Peau Ethique. Lo peor: lo rápido que se acaba la comida en el restaurante, justito. Y reivindicamos esa manera de mostrar la ropa: bailando en un desfile espectáculo. No es sólo que sea más entretenido, ¡es que ves cómo responde la ropa al movimiento!


Ute Auwärter


Linda Mai Phung

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