Por supuesto que sí. El comentario típico que nos llega cuando mencionamos ante un grupo de gente que creemos en la moda ética, es, todavía hoy, que ir vestido de lino blanco no es "cool". Para nosotras tampoco lo es, así que lo que nos proponemos con este post es mostraros que se puede estar divina, o moderna, o divertida, o sofisticada o minimalista, cualquiera que sea vuestro estilo, en clave de moda sostenible.
Os damos una muestra, extensísima además, para que comprobéis que por variedad no será.
No se trata de que ahora salgáis corriendo para comprar algo "eco" con que comer las uvas, pero sí de que penséis que 2013 puede ser vuestro lanzamiento definitivo hacia otra forma de concebir la moda y lo que lleváis puesto.
Ahí van unas cuantas ideas sencillas pero muy efectivas para vuestros regalos navideños, porque no hay nada que supere lo que nosotros podemos hacer con nuestras propias manos.
Una simple percha adquiere otra dimensión si la forramos con una tira de tejido
Sencillo y efectivo, una peineta con un divertido twist
Una secilla y elegante pulsera de tejido de punto trenzado
No es nada difícil conseguir este pequeño cactus de tejido
Añadir un detalle como este, puede transformar un aburrido body en algo especial
Esta simple cadena dorada toma una nueva dimensión con estas cintas de raso
El nombre del pequeño de la casa se puede convertir en un adorno especial
Estos sencillos triángulos se pueden convertir en preciosos adornos para cualquier espacio
Hacer estas lámparas es mucho más sencillo de lo que parece
Un sencillo tiesto se convierte en un objeto muy especial y multiusos
Un simple tarro forrado con blonda o puntilla se convierte en un portavelas elegante
Issie Shop es Rocío, una mujer activa que anda atareada entre colecciones, confecciones y cursos. Aún así ha sacado un ratito para contestar a nuestras preguntas sobre una colección concebida de forma ideal para una "working girl" que se diferencia del montón.
- La pregunta prioritaria siempre: ¿por qué te inclinas por la moda
sostenible? ¿Cómo se inicia esta opción, tan valiente, además...?
Todo empezó cuando me planteé cómo quería hacer mi marca. Tenía claro que no quería hacer una
moda convencional. Buscando información sobre tejidos me encontré con un fuerte aumento de problemas en la piel; la contaminación de las
plantaciones de algodón convencional, que es el tejido más contaminante que
existe; el uso abusivo de sustancias químicas; la explotación de personas que
trabajan en el sector textil… En fin, un montón de factores me hicieron replantear las cosas. Hay tal desinformación que la mayoría de las
personas ni siquiera se preguntan cómo es posible que se pueda comprar una
camiseta de 3 euros. Además, si te compras una prenda
barata y en la primera lavada ya está vieja, ¿dónde está el ahorro?
Estamos ante una época de
cambios, y eso se debe traducir en mejorar todo lo que no funciona, tenemos que
ser más conscientes de qué compramos y de donde viene lo que compramos. Con la moda
lowcost se está pagando un alto precio en otros ámbitos y los residuos que deja
la ropa de usar y tirar son alarmantes, por lo que todos debemos empezar a poner remedio a esta
situación.
- ¿Dónde encuentras el algodón ecológico?
Cuando empecé, en España no
encontraba nada, ni proveedores de tejidos ni organizaciones, por lo que
empecé a buscar fuera. Varios proveedores que estaban certificados
por GOTS iban a asistir a una feria en Alemania, así que me fui para allá. Tenía cierta seguridad de que los tejidos que venden están certificados y avalados
por organismos internacionales.
En España
en un año han cambiado muchas cosas, ya hay plataformas que tienen tejidos y
algunos proveedores de tejidos convencionales van incorporando a sus
muestrarios lo orgánico, pero todavía estamos muy limitados. Si cada vez más gente demanda este tipo de ropa, los proveedores
tendrán que aumentar este tipo de tejidos así que espero que poco a poco contemos con más variedad.
- ¿Dónde fabricas?
Toda la fabricación es
local, en Madrid. Cuento con varios talleres pequeñitos, pero todos lo que
estamos en esto tenemos problemas para encontrarlos. Cuando
las empresas se fueron a producir a Asia se tuvieron que cerrar muchos talleres
en España y ahora existe una carencia de ellos y de profesionales en
el sector.
- Nos gusta tu colección porque es homogénea, y complementaria a la vez, ¿de
ahí la selección de colores tan esquemática?
Los colores están marcados por la limitación de tejidos, pero me vienen bien para el estilo que
quiero darle a mis colecciones: todo el mundo relaciona la moda eco con lo étnico
o hippie... y la idea es ofrecer un tipo de ropa para otro tipo de estilos
y de personas que quieren vestir de otra forma con materiales de calidad, ecológicos
y naturales. Son prendas básicas y prácticas, te las puedes
poner para ir a la oficina y si les cambias los complementos puedes utilizarlas
para la noche.
- Tienes showroom compartido además de tienda online y otros puntos de venta. ¿Cómo va la experiencia? ¿La unión hace la
fuerza o la competencia?
Poco a poco este tipo de moda
va abriéndose paso y entre todos nos apoyamos e intercambiamos información para
hacer las cosas mejor, la experiencia que vamos teniendo cada uno por nuestro
lado nos sirve para avanzar y hacer las cosas cada vez mejor. Tenemos
un camino largo para que llegue la información a la gente y esto es una de las
cosas en las que tenemos que estar unidos para avanzar.
Tengo tienda online y además
tenemos un pequeño showroom: “El Desván de Oriol” en Sol, en el
centro de Madrid, junto con otras marcas como Sense Nu. Además estoy vendiendo
en la tienda Maison Raasta en el callejón de Jorge Juan en Madrid, en CoShop en Barcelona y estaremos en una nueva tienda en Sevilla que se llama Verde Moscú.
Aquí llegamos con la segunda parte del post sobre lana, y es que se podría llenar mucho más, así que que os aseguramos que habrá otro. Ahora que con el frío uno se plantea hacerse con alguna prenda de abrigo es el momento. Aunque hay que ir rastreando la información debajo de las piedras, porque no abunda la lana producida bajo criterios éticos.
Como ya os dijimos, es muy difícil encontrar lana ecológica, no sólo aquí, sino en cualquier parte del mundo, pero os queremos mostrar iniciativas que están muy cerquita de ello o que incluso lo son, como la que os mostramos ahora mismo.
Empecemos con una colección de complementos de moda que nos enamora, por su minimalismo, su buen hacer, la sensación que transmite de la perfección de la sencillez. Se trata de Teixidors, una cooperativa textil nacida en 1983 en Terrassa, Barcelona. Diseñan, fabrican y
comercializan complementos para la casa y el vestir elaborados
artesanalmente sólo con materias naturales.
Su empresa es sólida desde los cimientos en cuanto a su filosofía ética: "La base fundacional de Teixidors
parte
de un concepto único: integrar laboral y socialmente a personas
con
dificultades de aprendizaje mediante el telar manual. Una
herramienta
versátil, compleja y exigente que actúa de forma terapéutica.
La utilización de telares manuales
limita la producción, lejos de la práctica habitual de la
industria. Nuestra visión empresarial exige que las materias
sean
naturales y de la mayor calidad para adaptarse a las series
cortas de
fabricación.
Estas particularidades hacen de Teixidors un proyecto singular. En un mercado, donde la presión
competitiva es muy elevada, Teixidors ha encontrado la manera de
combinar su labor social con su actividad empresaria", nos cuentan ellos mismos. "Teixidors también es una asociación en el que un grupo de personas
trabaja en el desarrollo de una idea diferente, hacer frente a
las
carencias y aspiraciones laborales y sociales de personas
especiales,
dándoles la oportunidad de convertirse en trabajadores de pleno
derecho y socios del proyecto. Los valores de Teixidors van
mucho
más allá de los estrictamente empresariales, porque su activo
fundamental es la integración de sus asociados, en definitiva
la
calidad de vida de su equipo humano".
Les hemos preguntado por ese trabajo artesanal, y de esta forma tan explícita nos trasladan a esos talleres en los que se teje con telares de madera...
"El ambiente en el taller de Teixidors
es
de concentración. Se oye el rumor de las lanzaderas que llevan
el
hilo de la trama de uno a otro lado y el de los lizos, subiendo
y
bajando con los hilos de la urdimbre. Junto a ellos, el sordo
golpear
de los pedales de madera que mueven los lizos. Es el sonido de
los
telares fabricados en la misma cooperativa, a partir de modelos
originales de comienzos del siglo XIX. Máquinas complejas e
ingeniosas que se mueven al ritmo de la persona que los maneja,
herramientas capaces de coordinar la actividad física y mental,
ideales para estimular el desarrollo de las habilidades
psicomotrices
de personas con problemas de aprendizaje.
El tejedor, con su saber hacer, da
forma al producto: bufanda, chal, plaid, manta, cortina,
mantelería,
toalla. Un tirón preciso con la mano derecha hace pasar la
lanzadera. El batán, acompañado con la izquierda, deja la
trama
en su sitio con la presión necesaria. Los pies, igual que los
del
organista, escogen qué pedal a mover, siguiendo un orden
establecido: 4-3-4, 1-2-1... Lenta, cíclicamente, la urdimbre
se va
entrecruzando con la trama, nace el tejido. La mirada del
tejedor
comprueba la regular y rigurosa sucesión de pasadas, atento su
oído al menor desajuste, mientras sus dedos verifican la
tensión
de la urdimbre.
Después, las hábiles manos de la
repasadora comprueban, miden y pulen los empalmes de la trama,
los
nudos de la urdimbre, preparadas para reparar cualquier
alteración.
Lavadora, agua, jabón ecológico, temperatura, tiempo en el
lavado
y plancha; con estos parámetros y su experiencia, la magia del
acabador convierte todo el esfuerzo depositado en el tejido en
la
prenda final. Por último, las cosedoras se encargan de cortar,
hacer flecos y vainicas, coser etiquetas, doblar y mimar los
últimos
detalles antes de que el producto llegue al destinatario final".
Su lana procede de
ganadería de Extremadura y sobre todo de Francia, de los
Hautes-Alpe, de los ganaderos Manu y Corinne, donde obtienen una lana con el rizado del mejor merino que normalmente sólo se encuentra en Australia o Nueva Zelanda. Tienen un vídeo precioso,
delicado y emotivo sobre la trazabilidad de la lana merino, no
es en absoluto un vídeo industrial, si no que muestran una relación muy
especial con Manu y Corinne de Macomerinos...
"Sí, - afirman - ha sido un proyecto que buscaba
representar precisamente esa realidad de Teixidors: la de
colaborar
con quienes vibran igual que nosotros, con quienes tienen
respeto por
las materias primas, por el medio ambiente, por el trabajo bien
hecho
y por el compromiso con las personas".
Además tejen con fibra de yak que compra a una cooperativa de ganaderos nómadas del centro de Mongolia, así como con lino, seda y cashmere.
Su carta de presentación es la que nos gusta oír: los colores de sus chales, mantas o toallas son los de la lana, marrones, blancos, grises, y los toques de color se realizan con tintes naturales. Al ser un trabajo manual no tienen apenas huella ecológica y además es un negocio que parte de la integración social. Y encima sus prendas... son bellas.