Somos cómplices inconscientes. Eso es lo que nos ha dicho Greenpeace esta semana.
Cada vez que ponemos una lavadora estamos enviando a nuestros ríos y mares sustancias que pueden ser tóxicas cuando se acumulan en un organismo. Estos componentes químicos no se filtran en las depuradoras, pasan al medio acuático al que se aboquen esas aguas.
Así lo cuenta el informe "Dirty Laundry" o "Trapos Sucios: Recarga" que Greenpeace acaba de presentar, y que es una continuación de otros dos anteriores en los que analiza los "trapos sucios" de la industria textil.
No es agradable que a una la llamen cómplice, ni que sea sin conocimiento de causa, así que nos hemos leído el informe para entenderlo y de paso, contároslo.
Las prendas de determinadas marcas no están limpias de sustancias tóxicas, de hecho algunas llevan residuos de algo llamado nonilfenoles etoxilados - sabemos que olvidaréis el nombre dentro de diez minutos, así que: NPE -. Cuando nosotros lavamos nuestra ropa los NPE se liberan y van a ríos, lagos y mares. Ahí se convertirán en una sustancia todavía más tóxica.
¿Qué significa esto? Pues que la contaminación química del sector textil va más allá del proceso de fabricación. Una colada de lavadora doméstica es capaz de separar estos compuestos del tejido y llevarlos por el desagüe hasta el mar.
Greenpeace aporta los datos completos del origen de las prendas, marcas y porcentaje de NPE "lavado" en los productos testados para llevar a cabo el estudio.
Los NPE están prohibidos en la fabricación textil en la UE y también en Canadá o Estados Unidos pero no así en otros países de los que importamos ropa, por lo que nos viene a casa.
Lo que nos viene a decir Greenpeace es que no sólo con la fabricación de nuestra ropa en el llamado "Sur Global" - China, Vietnam, Filipinas, Tailandia, Sri Lanka y Turquía - estamos contaminando esos países, lo que no es poco, (ved el vídeo que presentó Greenpeace con motivo del Día Mundial del Agua). También importamos la contaminación a nuestros países, en menores cantidades.
Con este informe "Trapos Sucios: Recarga" instan a las marcas a "la eliminación del uso de NPE y otros compuestos similares en las cadenas de suministro de principio a fin". Las primeras marcas de confección están en posición de ventaja para liderar ese proceso, como dice esta organización ecologista. Algunas marcas ya están en la aplicación de la "Hoja de ruta hacia el vertido cero de sustancias peligrosas". Son Puma, Nike, Adidas, Li-Ning y H&M y C&A - pero aún no hay compromisos específicos.
We are unwitting accomplices. That's what Greenpeace has told us this week. Each time we switch on our washing machines we are sending toxics to our rivers and seas. These chemicals are not filtered in sewage treatment plant,s running free into the surrounding waters.
So says the report "Dirty Laundry" or "Dirty Laundry: Reloaded" that Greenpeace just released, in which discusses the "dirty laundry" of the textile industry. It's not nice to be call "accomplice", so we've read the report to understand the facts and explain them to you.
Some of the clothes we purchase are not clean. Certain brands sell the fabrics with traces of toxic substances which are, in fact, traces of something called ethoxylated nonylphenols -we know that you will forget the name in ten minutes, so: NPE -. When we wash our clothes, the NPEs are released into rivers, lakes and seas, where this chemicals become even more toxic.
What does this mean? The textile chemical contamination extends beyond the manufacturing process. A domestic washing machine is capable of separating these compounds from the fabric and bring them down the drain and then to the sea.
Greenpeace provides complete information on the origin of the clothes, relating textile brands and the NPE percentage per brand. NPEs are banned in textile manufacturing in the EU and in Canada or the United States but not in other countries from which we import clothes.
What Greenpeace is telling us through this report is that not only making our clothes in the "Global South" - China, Vietnam, Philippines, Thailand, Sri Lanka and Turkey - is polluting these countries (please,watch this video that Greenpeace presented on the occasion of World Water Day). We are also importing the pollution into our countries, in smaller amounts.
What does this mean? The textile chemical contamination extends beyond the manufacturing process. A domestic washing machine is capable of separating these compounds from the fabric and bring them down the drain and then to the sea.
Greenpeace provides complete information on the origin of the clothes, relating textile brands and the NPE percentage per brand. NPEs are banned in textile manufacturing in the EU and in Canada or the United States but not in other countries from which we import clothes.
What Greenpeace is telling us through this report is that not only making our clothes in the "Global South" - China, Vietnam, Philippines, Thailand, Sri Lanka and Turkey - is polluting these countries (please,watch this video that Greenpeace presented on the occasion of World Water Day). We are also importing the pollution into our countries, in smaller amounts.
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